Ir pedaleando por el monte y, de pronto, sentir como los intestinos se revuelven reclamando la necesidad urgente de evacuar su contenido es una escatológica experiencia que no pocos ciclistas han vivido en sus propias carnes. El problema surge cuando, después de hacer las necesidades en el monte, llega la hora de limpiarse el trasero. CuloClean es un práctico tapón adaptable que convierte la gran mayoría de botellas de plástico en un bidé portátil con el que poder asearse las partes nobles después de la faena, como si de un WC japonés se tratase.
Como su propio nombre indica, CuloClean ha sido diseñado para limpiarse el culo, literalmente, con la ayuda de cualquier botella de plástico llena de agua. Al margen de este uso, muy útil si se da el caso, CuloClean permite a cualquier usuario disponer de un chorro de agua a presión utilizando una botella de plástico, por lo que también transforma dichos envases en una ducha portátil, en una manguera improvisada o en una fuente para beber sin tener que desenroscar el tapón (muy útil cuando el bidón se pierde u olvida en casa y hay que recurrir a una pequeña botella), entre otras muchas posibilidades.
El diseño de CuloClean es simple pero muy efectivo. Se trata de un tapón de plástico cuya parte interna está compuesta por círculos de distinto diámetro rematados por una junta para adaptarse al diámetro de la gran mayoría de botellas de plástico que circulan por el mercado. El tapón está hueco en su interior y sellado en su parte superior, exceptuando una pequeña rendija encargada de permitir el flujo de líquido cuando el usuario aprieta el envase, igual que sucede con los bidones de hidratación.
CuloClean sale a la venta en la plataforma de financiación CuloClean