FOX ha presentado oficialmente su nueva generación de amortiguadores destinados a transformar el rendimiento de las bicicletas más exigentes del segmento Gravity. Con el lanzamiento de los renovados Float X2 (aire) y DHX2 (muelle), la firma estadounidense abandona el clásico diseño de doble tubo para apostar por una arquitectura monotubo completamente rediseñada que mejora la durabilidad, la respuesta y la capacidad de ajuste.

Ambos modelos conservan la denominación anterior, pero incorporan innovaciones que los diferencian radicalmente. El rediseño no se limita al aspecto externo; los componentes internos también han sido reformulados para integrar la tecnología de ajuste en cuatro vías y un sistema de balance de presión que mejora sustancialmente la respuesta de la suspensión en situaciones extremas.
FOX Float X2 y FOX DHX2
El nuevo Float X2 se presenta como el primer amortiguador monotubo del mundo con ajuste independiente de compresión y rebote tanto en alta como en baja velocidad. Este avance, combinado con un eje principal de mayor diámetro, que pasa de 9,5 mm a 12,7 mm, permite un incremento significativo en la rigidez y durabilidad del conjunto, algo esencial para el uso en disciplinas como el enduro, el descenso o las e-MTB de alto rendimiento.

Uno de los aspectos técnicos más relevantes del nuevo diseño es el sistema de balance de presión, desarrollado para mantener una presión interna positiva y baja, lo que reduce el riesgo de cavitación y evita la aireación del aceite. Este detalle mejora la consistencia del amortiguador durante largas jornadas de uso y en condiciones de alto impacto, asegurando un rendimiento constante y una tracción optimizada.

FOX también ha incrementado el tamaño de la válvula base e introducido un sistema multiválvula que replica con gran fidelidad el comportamiento del reputado cartucho GRIP X2, conocido por su excelente comportamiento en terrenos agresivos. Esto se traduce en mayor tracción y apoyo sin incrementar el peso del sistema, gracias a una cámara de aire sobredimensionada y a un paquete de sellos de baja fricción.

Las especificaciones del Float X2 lo hacen compatible con una amplia gama de configuraciones de montaje, tanto estándar como Trunnion, abarcando medidas de entre 185x55 mm y 250x75 mm. Con un peso de partida de 720 gramos en la medida 210x55 mm y una presión máxima de 350 psi, se ofrece desde un precio base de 999€.

Por su parte, el DHX2 hereda la arquitectura interna del Float X2, pero en formato de muelle, lo que lo convierte en la opción preferida para quienes priorizan la sensibilidad y la respuesta lineal. Su rendimiento sobresale en terrenos técnicos y de alta exigencia, manteniendo la compatibilidad con el ajuste en 4 vías y el sistema de balance de presión.

Este modelo se orienta claramente a los amantes del descenso o a quienes buscan el máximo rendimiento sin comprometer la estabilidad y el control. Con un precio desde 950€, el DHX2 se consolida como una alternativa fiable y robusta para los escenarios más extremos del Mountain Bike.

Con esta nueva gama, FOX da un paso adelante en la evolución de la suspensiones traseras para bicis de largo recorrido, ofreciendo soluciones más eficaces, ajustables y resistentes para los bikers más exigentes. El diseño monotubo no solo representa un avance técnico, sino también una redefinición de lo que se espera de un amortiguador en el mundo gravity.