La Unión Ciclista Internacional (UCI) ha solicitado oficialmente a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) que establezca regulaciones sobre la inhalación repetida de monóxido de carbono (CO) en el ciclismo profesional. Esta petición surge tras preocupaciones crecientes sobre el potencial uso de este método para mejorar el rendimiento de los ciclistas de élite.
Adiós a la inhalación de monóxido de carbono
La inhalación de monóxido de carbono implica respirar aire con una concentración aumentada de este gas. Si bien se utiliza en contextos médicos para medir valores sanguíneos como la hemoglobina durante entrenamientos en altitud, en el ámbito deportivo podría inducir respuestas fisiológicas destinadas a mejorar el rendimiento.
Se cree que esta práctica puede aumentar la capacidad aeróbica, mejorar la resistencia y acelerar la recuperación al incrementar la ventilación y mejorar la eficiencia muscular. Sin embargo, la inhalación excesiva de CO conlleva riesgos significativos, incluyendo problemas respiratorios, confusión, mareos y, en casos extremos, daño cerebral permanente.
Actualmente, este método no está específicamente prohibido por la AMA, lo que ha generado preocupación en la UCI y otras organizaciones deportivas. Durante el último Tour de Francia, surgieron informes que señalaban a equipos como el UAE Team Emirates, Visma-Lease a Bike e Israel-PremierTech por supuestamente utilizar máquinas de inhalación de monóxido de carbono. Esta situación ha impulsado a la UCI a tomar medidas más contundentes.
En el Seminario Anual de la UCI celebrado en Niza los días 25 y 26 de noviembre, el organismo internacional informó a los participantes sobre los efectos en el rendimiento de la inhalación repetida de CO. La UCI instó a los equipos y ciclistas a abstenerse de utilizar este método, aceptando únicamente su uso médico en una única inhalación y bajo supervisión médica controlada.
Con la solicitud formal a la AMA, la UCI busca que se establezcan directrices claras y se evalúe la inclusión de la inhalación de monóxido de carbono en la lista de sustancias y métodos prohibidos. El objetivo es salvaguardar la ética y la integridad en el ciclismo profesional, evitando prácticas que puedan poner en riesgo la salud de los atletas y comprometer la equidad en las competiciones.