Tom Pidcock ha añadido otra victoria brillante a su impresionante historial al protagonizar un sprint magistral este pasado domingo, defendiéndose con éxito de tres corredores más para adjudicarse la última edición de la Amstel Gold Race disputada en los Países Bajos.
Próximo objetivo, la Lieja-Bastoña-Lieja
Hace tres años, Pidcock se quedó a las puertas de la victoria en esta misma carrera frente a su rival Wout van Aert. Sin embargo, con la ausencia del belga debido a una lesión, el ciclista británico parecía encontrarse en su mejor forma, incluso con la presencia del gran favorito, Mathieu van der Poel, que llegaba tras ganar en el Tour de Flandes y la París-Roubaix.
El pelotón enfrentó un total de 32 ascensos, con la exclusión de la primera subida al Bergseweg para evitar el sitio del incidente que provocó la neutralización de la carrera femenina debido a una colisión de una moto policial.
Pidcock, junto a Marc Hirschi (UAE Team Emirates), Tiesj Benoot (Visma-Lease A Bike) y Mauri Vansevenant (Soudal-QuickStep), se vieron involucrados en una fuga de 12 corredores en la cima de la subida de Eyserbosweg, cuando aún quedaban 35 km por recorrer. Mantuvieron un ritmo constante que les permitió distanciarse del pelotón en los últimos 10 km.
En ese punto, el ciclista holandés Van der Poel, uno de los grandes favoritos, ya se encontraba demasiado rezagado para alcanzar la cabeza de carrera, al tiempo que Pidcock y sus compañeros de fuga se aseguraban de mantener la brecha con el grupo perseguidor.
A pesar de sufrir de ampollas en las manos tras la extenuante París-Roubaix del fin de semana anterior, Pidcock demostró una gran determinación al presionar con fuerza en Bemelerberg, manteniendo a raya a competidores como Bauke Mollema (Lidl-Trek) y cruzando la meta en primer lugar.
El impresionante sprint final de Pidcock le permitió contener a Hirschi y asegurar su mejor resultado en una carrera de ruta desde su victoria en la Strade Bianche el año anterior, con Benoot en el tercer lugar y Van der Poel finalizando en la posición 22ª, dentro del pelotón principal.
El actual campeón del mundo de XCO expresó su satisfacción tras ganar la carrera: Es una sensación maravillosa. Esta semana he enfrentado dificultades debido a las ampollas en mis manos después de Roubaix. Sufrí mucho dolor en el hombro debido a la incapacidad de agarrar correctamente el manillar, lo que disminuyó mi confianza para el sprint. He hecho muchos sacrificios este año, pasando mucho tiempo fuera de casa, así que recuperarme y cruzar la línea de meta en primer lugar significa mucho para mí. Siempre he tenido un cariño especial por esta carrera. Es un evento muy significativo
.
Tras la Amstel Gold Race, las estrellas del ciclismo se dirigirán hacia la Lieja-Bastoña-Lieja el próximo domingo, donde Pidcock logró quedar en segundo lugar el año pasado y después de esta victoria, se presenta como el más claro candidato a subir al primer cajón del podio.