El mejor ciclista del mundo del momento, Tadej Pogacar, no estará en los Juegos Olímpicos de París. El esloveno ha renunciado a participar alegando cansancio extremo después de haber ganado su tercer Tour de Francia, aunque lo cierto es que más bien se trata de un desplante a la federación de su país después de que ésta decidiese no convocar a su pareja, la campeona nacional Urska Zigart.
No le faltan motivos a Pogacar para estar enfadado por la decisión tomada Gorazd Penko, el seleccionador nacional, de no incluir a Zigart en la convocatoria olímpica. La pareja sentimental de Tadej es la vigente campeona de Eslovenia de ruta y contrarreloj y la mejor ciclista eslovena en el ranking de la UCI, y sin embargo ha sido descartada en favor de Urska Pintar.
Y no terminan ahí las desavenencias, ya que da la casualidad de que Gorazd Penko, el seleccionador nacional de Eslovenia, es a su vez el director deportivo del BTC City Ljubljana Zhiraf Ambedo, el equipo en el que compite Urska Pintar, lo cual añade más leña al asunto.
Ya desde un primer momento, Tadej Pogacar comentó indignado que si su pareja no iba a los Juegos Olímpicos, él tampoco lo haría. La Federación Eslovena de Ciclismo intentó hacerle razonar, pero no pudo aplacar el enfado del ciclista. Dicho y hecho, ha renunciado a viajar hasta París para ceder su plaza a su compañero en el UAE, Domen Novak.
¿Se equivoca Tadej Pogacar al renunciar a su plaza olímpica? Probablemente. Ahora está en su mejor momento, tiene muchas probabilidades de conseguir una medalla y, lo peor de todo, la próxima oportunidad que tendrá será dentro de cuatro años, un período de tiempo muy largo donde pueden pasar muchas cosas, incluida una ruptura sentimental.