Competición

La rebelión del podio: Schurter y Forster sancionados por defender la tradición en la Copa del Mundo de Araxá

Su objetivo: manifestar su rechazo a la reciente normativa de la UCI que elimina los históricos podios de cinco ciclistas, reduciéndolos a únicamente tres.

La primera cita de la Copa del Mundo XCO 2025 en Araxá quedó marcada por un episodio de protesta que trasciende lo deportivo. Nino Schurter y Lars Forster, dos de los nombres más reconocidos del ciclismo de montaña, protagonizaron una acción simbólica al irrumpir en el podio tras la ceremonia oficial para unirse a los tres primeros clasificados. Su objetivo: manifestar su rechazo a la reciente normativa de la UCI que elimina los históricos podios de cinco ciclistas, reduciéndolos a únicamente tres.

Schurter y Forster en el podio de la Copa del Mundo de Araxá. Imagen: Fabio Piva / Red Bull Content Pool
Schurter y Forster en el podio de la Copa del Mundo de Araxá. Imagen: Fabio Piva / Red Bull Content Pool

Una multa de 800 francos suizos cada uno

La medida, en vigor desde el 1 de enero de 2025, fue promovida por Warner Bros. Discovery (WBD) Sports, actual titular de los derechos de la Copa del Mundo, con el respaldo de la UCI. Según ambas entidades, el cambio pretende alinear las ceremonias con los estándares de otras competiciones internacionales, como los Juegos Olímpicos y los Campeonatos Mundiales, en busca de una presentación más coherente del deporte.

Sin embargo, el argumento de la unificación protocolaria no ha sido bien recibido por la comunidad ciclista. Más de 180 corredores de las disciplinas de XCO y Descenso firmaron una declaración dirigida a WBD Sports expresando su rechazo. Schurter y Forster decidieron ir un paso más allá y materializar su postura en el podio, acción que les valió una multa de 800 francos suizos cada uno, impuesta por la UCI por acceso no autorizado al podio.

La protesta fue respaldada públicamente por Rebecca Henderson, representante de los ciclistas ante la UCI, quien consideró inevitable la sanción, pero elogió el gesto como una expresión legítima de desacuerdo ante una imposición que, en su opinión, no responde al sentir del colectivo. Henderson recordó que en las reuniones previas a la aprobación del nuevo reglamento no hubo consenso y que los representantes de los corredores manifestaron su oposición de forma clara, aunque sin éxito.

Este conflicto evidencia una fractura creciente entre los organizadores y los protagonistas del espectáculo. La intención de profesionalizar la presentación del ciclismo de montaña choca con la necesidad de preservar sus raíces y dar voz a quienes lo practican. El podio, más que una simple ceremonia, simboliza décadas de tradición, compañerismo y reconocimiento colectivo. Su reducción es percibida por muchos como un gesto que prioriza la imagen sobre el espíritu del deporte.

Mientras tanto, la temporada sigue su curso bajo un clima de tensión y reivindicación. La protesta de Schurter y Forster, lejos de ser un episodio aislado, podría marcar el inicio de una campaña más extensa en defensa de los valores tradicionales del ciclismo de montaña.