A finales de 2024, concluirá una de las alianzas más emblemáticas del ciclismo vasco: Orbea y la Fundación Euskadi darán por terminado un periodo de colaboración que se ha extendido durante más de tres décadas. Esta decisión, según el comunicado oficial emitido por la marca de bicicletas, ha sido 'muy meditada' y busca ser lo mejor para todas las partes implicadas.
Una colaboración clave en la formación de varias generaciones de ciclistas vascos
El vínculo entre Orbea y la Fundación Euskadi comenzó en 1993, con el nacimiento de esta última, y ha sido clave en la formación de varias generaciones de ciclistas vascos. Durante más de 30 años, un gran número de corredores que arrancaron sus trayectorias sobre bicicletas Orbea han podido correr en las pruebas más importantes del ciclismo a nivel mundial, consolidando a la región como una cuna de talento para este deporte.
El comunicado de Orbea resalta los 'momentos inolvidables' vividos durante este periodo, destacando la estrecha relación entre el territorio vasco y su tradición ciclista. A pesar del fin de esta alianza histórica, tanto Orbea como la Fundación mantienen su compromiso con el desarrollo del ciclismo de base en el País Vasco. Orbea asegura que a partir de 2025 seguirá promoviendo la cultura ciclista en sus diversas disciplinas, aunque sin especificar aún las nuevas fórmulas que adoptará para ello.
Esta decisión marca el cierre de un capítulo fundamental en la historia del ciclismo vasco, pero también abre la puerta a nuevas oportunidades para ambas entidades. Desde Orbea, aseguran que seguirán apoyando el deporte en la región y desean 'todo lo mejor' a la Fundación Euskadi en sus retos futuros.
El final de esta relación contractual se ejecutará formalmente a finales de 2024, lo que deja margen para cerrar con dignidad y respeto un ciclo de éxito compartido, con la vista puesta en un futuro de nuevas propuestas para el ciclismo de base.
Quedan en el aire muchas dudas sobre las posibles nuevas fórmulas que adoptará Orbea y el futuro inmediato de la Fundación Euskadi. Sin embargo, si algo ha quedado claro a lo largo de estas tres décadas, es que la pasión por el ciclismo en el País Vasco seguirá siendo una fuerza inquebrantable.