Competición

O pagas o no pasas: el vergonzoso chantaje de los ganaderos a la organización de la Bike Maratón Montes del Sella 2017

La Bike Maratón Montes del Sella 2017, en peligro: los ganaderos de la Sierra del Sueve exigen una pago por cada participante de la prueba.

O pagas por cada ciclista, o no pasas. Así se puede resumir, de un plumazo, el chantaje que la organización de la Bike Maratón Montes del Sella está viviendo en sus carnes por parte de los ganaderos de la Sierra del Sueve o pocos días del arranque de la prueba ciclista. Los ganaderos han exigido un pago 'simbólico' (3€) por cada ciclista que atraviese sus dominios, en concepto de indemnización por ¿los daños? que sufren los terrenos debido al paso de los participantes y el resto del equipo de la organización.

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Con más de 800 inscritos en la Bike Maratón Montes del Sella 2017, esta 'simbólica' indemnización solicitada por los ganaderos del Sieve ascendía hasta una cifra superior a los 2.400€, un dinero que desde la propia organización del evento se negaron a pagar desde un primer momento. Tras varias reuniones entre ambas partes, la indemnización (o chantaje, o impuesto revolucionario, llámela el lector como desee) se ha rebajado hasta los 500€ (según afirman los propios ganaderos en el diario El Comercio); una cifra más lógica sin tener en cuenta que el paso de los ciclistas por el tramo afectado se realiza sobre un sendero PR de uso público que, dicho sea de paso, lleva formando parte del recorrido de la prueba desde hace 7 años.

Por el momento, la celebración de la Bike Maratón Montes del Sella 2017 permanece en el aire a la espera de un acuerdo entre ambas partes. Los ganaderos se eximen de culpa aludiendo su derecho a reclamar un pago por atravesar sus tierras 'de babero', mientras que desde la organización de la prueba luchan contrarreloj para poder llevar a buen término la octava edición de una prueba que, tras siete años en el calendario nacional, se enfrenta ahora a un nuevo frente: el de unos ganaderos que necesitan una indemnización para cubrir ¿los daños? causados por las bicicletas o, dicho de otro modo, con ganas de chupar del bote.