Michel Hessmann era una de las promesas del Jumbo-Visma, el mejor equipo de carretera de la actualidad, y con solo 22 años tenía ante sí un futuro muy prometedor. Sin embargo, dio positivo en un control antidopaje fuera de competición realizado el pasado 14 de junio, y desde entonces estaba apartado del equipo en espera de la muestra B solicitada.
Por desgracia para Hessmann, la muestra B también ha confirmado el positivo en una sustancia diurética prohibida por la AMA (Agencia Mundial Antidopaje), lo que significa que las posibilidades de seguir compitiendo, al menos en el Jumbo-Visma, se reducen prácticamente a cero para el joven ciclista.
Ganador de las tres Grandes Vueltas (Giro, Tour y La Vuelta) de la temporada 2023, el Jumbo-Visma tiene una política antidopaje muy estricta, tal y como debe ser en un equipo de su nivel (y debería ser en cualquier equipo profesional). Tras el primer positivo, la formación ya suspendió a Hessmann, y tras este segundo resultado adverso, es posible que le rescinda el contrato.
Michel Hessmann, por su parte, se incorporó al Jumbo-Visma en 2020, tras haber sido un destacado integrante del equipo filial. En 2022, se adjudicó la tercera plaza en el Tour del Porvenir, y este 2023, jugó un papel muy importante en la última edición del Giro de Italia contribuyendo a la victoria de Primoz Roglic.
Por el momento, el joven ciclista alemán de 22 años se enfrenta a una sanción de 24 a 48 meses y, obviamente, a la rescisión de su contrato en el Jumbo-Visma, un equipo que no puede permitirse manchar su reputación dejando pasar un caso de dopaje. O lo que es lo mismo, una prometedora carrera ciclista tirada por la borda.