El ciclismo profesional inicia el año 2025 con una importante novedad: la implementación del sistema de tarjetas amarillas, similar al empleado en deportes como el fútbol. Tras ser probado en competiciones como la Vuelta a España y la Clásica de San Sebastián el año pasado, el innovador reglamento se ha estrenado oficialmente en el Tour Down Under femenino, otorgando su primera sanción a Anna Badegruber, directora deportiva del equipo noruego Uno-X.
Una sanción histórica en el ciclismo profesional
El incidente ocurrió cuando Badegruber decidió adelantar al pelotón tras una caída que involucró a una de sus ciclistas. El jurado técnico determinó que la maniobra no respetó la distancia de seguridad necesaria con el grupo principal, lo que le valió esta primera histórica tarjeta amarilla y una multa económica de 211 euros.
Aunque el reglamento está diseñado principalmente para ciclistas, las sanciones también se extienden a directores deportivos, conductores, periodistas, motoristas y mecánicos. Este enfoque busca reforzar el cumplimiento de las normas de seguridad y fomentar un desarrollo más ordenado de las carreras.
El sistema establece medidas progresivas para quienes acumulen tarjetas amarillas. Un ciclista que reciba dos sanciones en una etapa o una clásica será suspendido durante una semana. Tres tarjetas en un periodo de 30 días implicarán una suspensión de dos semanas, mientras que seis tarjetas en un año resultarán en un mes completo fuera de competición.
Esta medida representa un cambio significativo en la disciplina del ciclismo, buscando mayor rigor en el comportamiento de todos los implicados en las competiciones. La sanción a Badegruber marca un precedente histórico y pone de relieve la seriedad con la que se aplicará este nuevo sistema, dejando claro que nadie está exento de cumplir las normas en las carreras más importantes del calendario.