Primero revolucionaron el Mountain Bike y, desde la temporada 2018, también se están adueñando de las bicicletas de carretera. ¿De qué estamos hablando? De los frenos de disco, una tecnología que ha marcado un antes y un después en la industria de las bicis de montaña y que, finalmente, llega a las bicicletas de carretera de forma generalizada tras un par de años probándose en el pelotón profesional.
¿Qué ventajas ofrecen los frenos de disco respecto a los frenos de llanta tradicionales? Básicamente, fiabilidad en todo tipo de condiciones, lo que se traduce en una óptima potencia de frenado independientemente de las condiciones externas o de las ruedas utilizadas. Los frenos de disco en las bicicletas de carretera benefician a todos los ciclistas, incluso a los que nunca salen del asfalto, sobre todo cuando se trata de rodar en zonas montañosas o en ambientes húmedos.
Las cuatro grandes ventajas de los frenos de disco respecto a los frenos de llanta se pueden resumir en una mayor potencia de frenada, mejor modulación de esta potencia, un paso de rueda más amplio y una mayor versatilidad de uso. Profundizando un poco más en estas cuatro claves:
- Más potencia de frenada: los frenos de llanta no tienen nada que hacer con los frenos de disco cuando se habla de potencia. Con los frenos de disco, un solo dedo es suficiente para detener la bicicleta de forma suave o contundente, algo que en según qué condiciones los frenos de llanta no pueden realizar.
- Mejor modulación de la potencia: los frenos hidráulicos de disco permiten al ciclista modular la potencia de frenada con mucha precisión, algo que no siempre es posible conseguir con los frenos de llanta.
- Paso de rueda más amplio: los frenos de disco permiten montar cubiertas mucho más anchas que los frenos de llanta, una ventaja imprescindible sobre todo cuando la bicicleta en cuestión va destinada al segmento Gravel o simplemente cuando el ciclista quiere tener más opciones a la hora de elegir neumático.
- Más versatilidad de uso: además de permitir el montaje de cubiertas más anchas, los frenos de disco siempre rinden al máximo de su capacidad independientemente de las condiciones meteorológicas, algo que no sucede con los frenos de llanta cuando se rueda bajo la lluvia o por superficies polvorientas.