Si enterrar maderas con afilados clavos asomando ocultos en el suelo o colocar cables de acero a una altura peligrosa ya son prácticas despreciables con las que los ciclistas de media España tienen que lidiar día a día, encontrarse con una estaca de madera bien afilada en mitad del monte es, simplemente, un intento de asesinato en primer grado. Esta nueva trampa ha sido recientemente denunciada en el cuartel de la Guardia Civil de Gondomar, en la provincia gallega de Pontevedra, por unos aficionados a la bicicleta que rodaban tranquilamente por los montes de la parroquia de Mañufe hasta encontrarse con la temible estaca.
La trampa encontrada en Gondomar ha sido denunciada por la Guardia Civil en su perfil de Twitter y por los propios ciclistas protagonistas del triste hallazgo. La estaca estaba enterrada en el suelo colocada en diagonal, de forma que su temible punta afilada quedaba 'apuntando' hacia el sendero a una altura mortal. Además de esta estaca, los ciclistas también informaron a la Guardia Civil de otros obstáculos presentes en la misma ruta, tales como grandes piedras y troncos obstaculizando el paso en un sendero muy popular entre los ciclistas de la zona por sus zonas reviradas.
Una vez más, los montes de Galicia se convierten en el escenario de actos delictivos llevados a cabo por personas sin escrúpulos; ya sea para impedir el paso de los ciclistas a la zona afectada o por simple y llana maldad. Cualquier tipo de trampa u obstáculo peligroso encontrado en el monte debe ser denunciado ante las autoridades pertinentes para evitar que otros ciclistas puedan terminar sufriendo un accidente de consecuencias imprevisibles. Precaución en el monte, queridos ciclistas.
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