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Cómo curar correctamente las heridas producidas sobre la bicicleta para prevenir cicatrices e infecciones

Ni el alcohol ni el agua oxigenada son los productos más indicados para las heridas: cómo curar correctamente las heridas para prevenir cicatrices e infecciones.

Abel Ruiz

Los rasguños en las piernas o los brazos son el pan de cada día para cualquier ciclista, sobre todo para los aficionados al Mountain Bike. La creencia popular dice que, para curar estas heridas, lo mejor es echar un buen chorro de alcohol o agua oxigenada para limpiar la lesión y dejar que cicatrice al aire libre. Nada más lejos de la realidad, ni el alcohol ni el agua oxigenada son los productos más indicados para curar heridas, ni tampoco es aconsejable dejarlas al descubierto para que cicatricen antes.

En TodoMountainBike: Cómo curar correctamente las heridas producidas sobre la bicicleta para prevenir cicatrices e infecciones
En las heridas, ni alcohol ni agua oxigenada.

¿Por qué no es bueno utilizar alcohol o agua oxigenada? La gran mayoría de instituciones dedicadas a la salud de la piel, entre ellas la Sociedad Española de Heridas (SEHER) y la Academia Americana de Dermatología (AAD), desaconsejan el uso de antisépticos como el alcohol o el agua oxigenada para el tratamiento de las heridas. La razón es muy simple: se trata de productos muy agresivos con la piel que además de eliminar gérmenes, matan el tejido sano y las células encargadas del proceso de curación. Lo más recomendable es aplicar una pomada o solución de clorhexidina o, en su defecto, povidona yodada, mucho más conocida bajo los nombres comerciales de Betadine, Topionic o Isodine.

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Un apósito de cura en ambiente húmedo.

¿Cómo se deben curar las heridas? El primer paso es detener la hemorragia en caso de que exista, aplicando presión en la herida con una gasa estéril o el material más limpio del que se pueda disponer. En segundo lugar, hay que lavar la zona afectada con suero fisiológico o agua del grifo para eliminar cualquier posible resto de suciedad así como cuerpos extraños. El tercer paso es aplicar un antiséptico, preferiblemente una pomada o solución de clorhexidina o, en su defecto, la mencionada povidona yodada. Como último paso, lo mejor es cubrir la herida con un apósito de cura en ambiente húmedo (CAH, por sus siglas), un tipo de vendaje que replica las condiciones fisiológicas de la piel sana acelerando la cura de la herida y evitando la aparición de infecciones.